La primera mano que sostuvo la mía, de Maggie O'Farrell

La vivencia de la maternidad a través de la vida de dos mujeres enmarcada en  épocas distintas de la misma ciudad: Londres. Las dos son mujeres libres e independientes que rompen por activa o por pasiva con los estereotipos tradicionales a la vez que exploran su nueva condición de madres como un territorio desconocido y a veces misterioso. A través de la vivencia de sus respectivas relaciones de pareja, con momentos alegres y también muy tristes, se van desgranando estas dos historias, entrelazando circunstancias de ambas hasta hacerlas confluir en una sola que las unifica y da sentido al relato.  Unas  descripciones minuciosas y muy bien elaboradas de las personas, el entorno y la vida cotidiana nos hacen visualizar a los personajes principales, Lexie y Elina, las madres,  y Ted, el nexo de unión, con su cortejo, en este melodrama existencial que nos hace replantearnos lo que significa ser mujer y madre en el mundo contemporáneo. 

Anatema, de Neal Stephenson

Esta densa novela, nos transporta a un mundo alienígena en el que ha habido una separación entre los intelectuales y las personas corrientes. La presencia de una nave espacial venida de no se sabe dónde provocará grandes cambios y renovará  las complejas especulaciones cosmológicas y filosóficas que abundan en el relato. Las discusiones sobre cómo establecer un sistema eficiente de comunicación con seres de otros mundos son muy enriquecedoras, así como el desarrollo de las diversas cuestiones sobre la estructura del Universo que se van planteando a lo largo de la trama. Es un libro para amantes de la divulgación científica actual y la filosofía contemporánea.

El siglo de las luces, de Alejo Carpentier

 Buenas tardes. Esta novela, que no es la primera vez que la leo, ni será la última, es un gran friso sobre la influencia de la Revolución Francesa en el Caribe, a través de la influencia de un revolucionario marsellés, Víctor Hugues, sobre tres jóvenes miembros de la burguesía comercial criolla cubana. Las peripecias por las que pasan, tanto en Francia como en el Caribe nos van mostrando las luces y las sombras de la Revolución, y como los ideales del principio se van abandonando y corrompiendo. El gran perdedor son los esclavos negros, que son reiteradamente traicionados a lo largo de la historia. La evolución de Víctor Hugues o de Esteban, que son los protagonistas principales, es una muestra más de cómo al final el poder y sus pragmatismos corrompe y hace cínicos a los idealistas más acérrimos. La evolución de Sofía también nos muestra el progresivo desengaño  que van sufriendo los partidarios de la Revolución. Una gran novela que nos hace reflexionar.