Traduce

jueves, 6 de marzo de 2014

Dracula, de Bram Stoker

Buenos días. Siempre es un placer releer los clásicos, y en este caso más. Volver a las expresiones y el lenguaje decimononicos es un placer en estos tiempos de prosa llana y fugaz. La figura de Dracula va ganando con cada lectura carga rebelde y transgresora, mientras que sus nobles adversarios se convierten en un reflejo lleno de tópicos de la puritana sociedad victoriana. Larga vida al mito vampirico.

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